El pueblo mapuce de Neuquen avanza en la reconstruccion de su identidad, luego de dos años de conflicto con la congrecion de monjas que por mas de 30 años estuvieron al frente de "Mamá Margarita", finalmente han decidido entregar al consejo provincial de educacion la institucion.
El conflicto se inició en agosto de 2006, cuando la comunidad Painefilú pidió a las monjas que se retiraran del colegio que ocupaban desde 1978, y que está ubicado en Territorio Mapuche.
Puelmapu_Así lo confirmo ayer el secretario general de ATEN Junin de los Andes, Hugo Papalardo, citando expresiones del ministro de Gobierno, Educación y Justicia durante la reunión de la mesa de diálogo con ATEN.
Papalardo dijo que personalmente preguntó al ministro Tobares por el futuro de la escuela rural, y que le confirmó que esa institución había dejado ya de ser de gestión privada para integrarse al sistema provincial, y que en adelante se conformará una comisión entre el gobierno, el Consejo Provincial de Educación y la comunidad mapuche, para avanzar hacia la puesta en marcha de un proyecto de educación intercultural.
Con todo, trascendió que el retiro de las monjas generó malestar en pliegues de la comunidad educativa. De hecho, se supo, las hermanas asumieron esa decisión para evitar que se profundizasen las diferencias internas entre los propios mapuches. El establecimiento se encuentra en "Pampa del Malleo", a unos 27 kilómetros de esta ciudad, y las clases de más de 100 niños mapuches quedaron condicionadas a la ejecución del traspaso, que hasta aquí quedó sellado mediante un acta.
Ayer también se conoció el enojo en medios ligados con las estancias lindantes a "Mamá Margarita", que habitualmente colaboran con importantes aportes a esa escuela mapuche administrada por las hermanas de María Auxiliadora. También llamó la atención que no se hubiera insistido en una solución consensuada, que permitiera atender los reclamos de la comunidad aborigen y a la vez mantener la importante labor que venían realizando allí las monjas. El conflicto se inició en agosto de 2006, cuando la comunidad Painefilú pidió a las monjas que se retiraran del colegio que ocupaban desde 1978, y que está ubicado en territorio mapuche. Un sector de la comunidad que responde al lonko, volvió a intimar a las religiosas en noviembre de ese año, dándoles plazo hasta el 31 de diciembre, para poder recuperar la escuela y paulatinamente comenzar a brindar educación intercultural a los chicos que concurren desde los parajes próximos. Semanas después intervino el obispo Melani, y lo que en principio se esperaba como un tenso intento de desalojo se transformó en un compás de espera en procura de acercar posiciones.
Pero el tiempo pasó y la congregación religiosa, finalmente y al parecer sin encontrar el eco esperado en las autoridades, decidió entregar el predio y el colegio al Consejo Provincial de Educación, que se hará cargo del servicio educativo intercultural, como pretendían los mapuches.
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