Yo, Víctor Ancalaf Llaupe, Dirigente Mapuche y ex Preso Político Mapuche, declaro ante las Comunidades y Organizaciones Mapuche así como también ante la opinión pública nacional e internacional lo siguiente:
El día miércoles 11 de febrero del presente año, fue detenido en Santiago, comuna de Lo Prado, el Peñi Miguel Angel Tapia Huenulef, simpatizante de la Lucha Mapuche, durante un allanamiento que realizó Carabineros de Chile a su casa, en el que supuestamente le encontraron armamento de guerra, entre ellos un fusil, granadas y algunas matas de marihuana.
Todo esto se desarrolla dentro del marco de la investigación por parte de la inteligencia chilena frente al llamado "Conflicto Mapuche". Me llama profundamente la atención la nula voluntad política por parte del Gobierno y el estado en particular, en dar solución a las demandas de los Pueblos Originarios de manera integral y concreta y como se ha distorsionado el origen de nuestras reivindicaciones, llevándolo a un plano en este caso desconocido para nosotros, como es el tema del terrorismo puesto que todos los chilenos saben que este es un movimiento político, social y económico que tiene directa relación con la deuda histórica que el estado chileno tiene con nuestro Pueblo Mapuche.
El movimiento Mapuche en Chile no es un movimiento armado, y el tema de la violencia y del terrorismo es algo que el gobierno y el estado chileno han inventado para distorsionar nuestra Lucha, la que consiste en la recuperación de nuestro territorio usurpado y de nuestros derechos colectivos como Pueblo. Por años, los mapuche hemos desarrollado una lucha con mucho esfuerzo y sacrificio, en la cuál hemos debido enfrentarnos a un sistema injusto, excluyente e inhumano desde el punto de vista cultural como Pueblo Originario, y cuyas consecuencias han sido pasar por la cárcel, enfrentar juicios fraudulentos y aplicación de leyes represivas "antiterroristas", el despojo de nuestro territorio, y en algunos casos incluso la muerte. Nosotros, los Pueblos Originarios, no hemos sido los responsables de los cientos de miles de detenidos desaparecidos en este país, no hemos sido los causantes de los graves atropellos a los derechos humanos y al medio ambiente, de la contaminación de las aguas tanto en el norte como en el sur de nuestros territorios, de la pobreza y la cesantía en las grandes ciudades; es el estado chileno y sus leyes que pretenden defender este sistema capitalista. Nosotros, sólo hemos sido responsables de generar movilizaciones sociales para reivindicar nuestros derechos colectivos como Nación y de rescatar nuestra identidad cultural para heredarla a nuestros hijos y jóvenes
Me llama la atención que en épocas de la Dictadura Militar, frente a los graves atropellos de los derechos humanos provocados por las fuerzas armadas chilenas, la justicia no haya investigado con esmero frente a tanta maldad y crueldad con la que actuaron instituciones de estado como lo fueron la DINA, CNI, o las asociaciones ilícitas como la de Colonia Dignidad y la Villa Grimaldi, que fueron centros de tortura y exterminio, y por último, si aquí en Chile nadie está por encima de la justicia chilena, ¿Por qué entonces uno de los fiscales militares chilenos como es el caso del señor Podlech de la ciudad de Lautaro, se encuentra hoy día procesado y encarcelado por la Justicia italiana, siendo que en Chile nunca fue considerado como un criminal? Creo que los señores jueces y fiscales tienen mucho que reflexionar para actuar con profesionalismo y transparencia, respetando el debido proceso y la presunción de inocencia, no como lo que nos ha ocurrido quienes hemos sido procesados y condenados por la Ley 18.314 que sanciona conductas terroristas, puesto que es evidente que en Chile el terrorismo no existe, sino que es una invención para criminalizar nuestras demandas sociales.
Estamos una vez más frente a un nuevo montaje, que no hace más que demostrar los incesantes intentos de este sistema de criminalizar nuestra lucha, tildándonos de antisociales y terroristas, sin pruebas concretas ni contundentes, y deja de manifiesto que el estado chileno y su gobierno de turno no utilizan otras herramientas mas que las balas y la prisión política para frenar al movimiento mapuche y a quienes solidarizan con nuestra causa.
Hago un llamado a las Comunidades y Organizaciones Mapuche a unir fuerzas y dejar las diferencias a un lado y a pronunciarnos frente a estos temas tan importantes para nuestro Pueblo y para nuestro movimiento, pensando que nuestro Pueblo nos necesita a todos y a cada uno de nosotros por el bien de nuestras futuras generaciones.
El día miércoles 11 de febrero del presente año, fue detenido en Santiago, comuna de Lo Prado, el Peñi Miguel Angel Tapia Huenulef, simpatizante de la Lucha Mapuche, durante un allanamiento que realizó Carabineros de Chile a su casa, en el que supuestamente le encontraron armamento de guerra, entre ellos un fusil, granadas y algunas matas de marihuana.
Todo esto se desarrolla dentro del marco de la investigación por parte de la inteligencia chilena frente al llamado "Conflicto Mapuche". Me llama profundamente la atención la nula voluntad política por parte del Gobierno y el estado en particular, en dar solución a las demandas de los Pueblos Originarios de manera integral y concreta y como se ha distorsionado el origen de nuestras reivindicaciones, llevándolo a un plano en este caso desconocido para nosotros, como es el tema del terrorismo puesto que todos los chilenos saben que este es un movimiento político, social y económico que tiene directa relación con la deuda histórica que el estado chileno tiene con nuestro Pueblo Mapuche.
El movimiento Mapuche en Chile no es un movimiento armado, y el tema de la violencia y del terrorismo es algo que el gobierno y el estado chileno han inventado para distorsionar nuestra Lucha, la que consiste en la recuperación de nuestro territorio usurpado y de nuestros derechos colectivos como Pueblo. Por años, los mapuche hemos desarrollado una lucha con mucho esfuerzo y sacrificio, en la cuál hemos debido enfrentarnos a un sistema injusto, excluyente e inhumano desde el punto de vista cultural como Pueblo Originario, y cuyas consecuencias han sido pasar por la cárcel, enfrentar juicios fraudulentos y aplicación de leyes represivas "antiterroristas", el despojo de nuestro territorio, y en algunos casos incluso la muerte. Nosotros, los Pueblos Originarios, no hemos sido los responsables de los cientos de miles de detenidos desaparecidos en este país, no hemos sido los causantes de los graves atropellos a los derechos humanos y al medio ambiente, de la contaminación de las aguas tanto en el norte como en el sur de nuestros territorios, de la pobreza y la cesantía en las grandes ciudades; es el estado chileno y sus leyes que pretenden defender este sistema capitalista. Nosotros, sólo hemos sido responsables de generar movilizaciones sociales para reivindicar nuestros derechos colectivos como Nación y de rescatar nuestra identidad cultural para heredarla a nuestros hijos y jóvenes
Me llama la atención que en épocas de la Dictadura Militar, frente a los graves atropellos de los derechos humanos provocados por las fuerzas armadas chilenas, la justicia no haya investigado con esmero frente a tanta maldad y crueldad con la que actuaron instituciones de estado como lo fueron la DINA, CNI, o las asociaciones ilícitas como la de Colonia Dignidad y la Villa Grimaldi, que fueron centros de tortura y exterminio, y por último, si aquí en Chile nadie está por encima de la justicia chilena, ¿Por qué entonces uno de los fiscales militares chilenos como es el caso del señor Podlech de la ciudad de Lautaro, se encuentra hoy día procesado y encarcelado por la Justicia italiana, siendo que en Chile nunca fue considerado como un criminal? Creo que los señores jueces y fiscales tienen mucho que reflexionar para actuar con profesionalismo y transparencia, respetando el debido proceso y la presunción de inocencia, no como lo que nos ha ocurrido quienes hemos sido procesados y condenados por la Ley 18.314 que sanciona conductas terroristas, puesto que es evidente que en Chile el terrorismo no existe, sino que es una invención para criminalizar nuestras demandas sociales.
Estamos una vez más frente a un nuevo montaje, que no hace más que demostrar los incesantes intentos de este sistema de criminalizar nuestra lucha, tildándonos de antisociales y terroristas, sin pruebas concretas ni contundentes, y deja de manifiesto que el estado chileno y su gobierno de turno no utilizan otras herramientas mas que las balas y la prisión política para frenar al movimiento mapuche y a quienes solidarizan con nuestra causa.
Hago un llamado a las Comunidades y Organizaciones Mapuche a unir fuerzas y dejar las diferencias a un lado y a pronunciarnos frente a estos temas tan importantes para nuestro Pueblo y para nuestro movimiento, pensando que nuestro Pueblo nos necesita a todos y a cada uno de nosotros por el bien de nuestras futuras generaciones.
Víctor Ancalaf Llaupe.
Ex Preso Político y Dirigente Mapuche
Colli Pulli, Novena Región de la Araucanía, Gulumapu, Chile
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