La Confederación Mapuche junto a organismos de derechos humanos denunció la represión que afectó a la comunidad Currumil en Aluminé, Neuquén. El werquen, Fidel Colipan señaló que lo sucedido con nuestros hermanos debería avergonzar al Gobierno Provincial que se dice democrático
Puelmapu/Territorio Pewence_Pese a ello, "convive con una policía que golpea mujeres, niños, ancianos defendiendo los intereses de quienes se quieren quedar con nuestras tierras", expresó Colipan.
El conflicto se inició a partir de una orden de la jueza María Pandolfi de Zapala que ordenó el desalojo de terrenos que ocupaban miembros de la comunidad Currumil. Pedro Podestá, quien se dice propietario de esos terrenos, inició una causa judicial por usurpación contra los mapuches.
La represión fue salvaje. La comunidad se solidarizó con quienes intentaban ser desalojados y terminó obligando a las fuerzas policiales a retirarse. Se registraron varios detenidos.
A continuación, un tramo del diálogo mantenido por ACTA con el werquen Fidel Colipan:
El conflicto se inició a partir de una orden de la jueza María Pandolfi de Zapala que ordenó el desalojo de terrenos que ocupaban miembros de la comunidad Currumil. Pedro Podestá, quien se dice propietario de esos terrenos, inició una causa judicial por usurpación contra los mapuches.
La represión fue salvaje. La comunidad se solidarizó con quienes intentaban ser desalojados y terminó obligando a las fuerzas policiales a retirarse. Se registraron varios detenidos.
A continuación, un tramo del diálogo mantenido por ACTA con el werquen Fidel Colipan:
¿Cómo se iniciaron los incidentes?
No se tendría que haber llegado a esa instancia. No deberíamos ser entendidos como un asunto policial. La represión fue terrible. Se metieron en las casas de toda la comunidad. Dispararon contra ancianos, mujeres y niños. Nuestra gente reaccionó como cualquiera que defiende a su familia ante un atropello gratuito.
¿Cuál es el resultado de las negociaciones?
Estamos a punto de firmar un acuerdo, una tregua durante la cual las autoridades de la comunidad mapuche puedan reunirse con el gobernador Jorge Sapag. La idea es buscar una salida que no signifique arrebatarnos nuestra tierra. Para nosotros esa tierra que habitamos, de la que nos alimentamos es la vida misma.
Lejos de ser un hecho aislado, lo sucedido parece ser parte de una política.
Vivimos resistiendo, defendiendo nuestra tierra. Los derechos de mi pueblo están legalmente consagrados aún constitucionalmente pero eso no se respeta. La ambición de empresarios, testaferros de oscuros intereses, capitales extranjeros puede más que la Justicia o la Ley. Ante el dinero se inclinan jueces, policías.
Es cosa de todos los días, por lo que parece.
Mientras hablamos, aquí cerca en Villa la Angostura pasa algo similar. Esa localidad está enclavada en tierras mapuches. Nos fueron acorralando. Ahora nos queda apenas el veinticinco por ciento de nuestro territorio pero igual, continúan tratando de expulsarnos de lo poco que nos dejaron.
¿Cuál es la salida Colipan?
La gente debería entender que no sólo nos están agrediendo a nosotros. Matan los árboles, contaminan los ríos, nos dejan sin animales, convierten la tierra en desierto. Matan la vida. Esta ideología donde el lucro sin freno es lo que importa no sólo amenaza nuestro futuro, es la vida de los hijos de todos la que está en juego.
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